Las segundas
oportunidades no son para todos, hay que buscarlas, a veces antes que
desearlas. Solo buscarlas y luego… luego ya no hay marcha atrás; tiene que ser,
porque si esta vez te llenas de miedo, no habrá vida que disculpe tu
indecisión.
Ve, está ahí, lo pusiste frente a ti aún sin saber lo que
hacías. Si hubieras sabido tal vez no lo buscas, pero a veces son las almas y
la vida las que conspiran y rescatan del pasado lo que tu razón dejó partir.
Tiene toda la magia de lo improbable y a veces hasta de lo
imposible, pero está ahí, tan dificultosamente a la mano que te da miedo dar el
último salto.
Quieres dejar de verlo, cierras los ojos, das la vuelta,
tapas tus oídos… no escucho, no veo ¡me distraigo! pero aunque luches, nunca
podrás ocultarte…esa otra parte de ti.
Tal vez solo hay primeras oportunidades, que simplemente
nunca dejaron de ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario