No hay mucho que decir cuando todo llena de asombro, cuando no fue
planeado y simplemente te descubres a distancia, tras el tiempo, en un lugar
privilegiado, sin prisas, sin miedos, sin nada y con todo lo que pueda hacer
falta.
El asombro compartido, la respiración contenida y un pensamiento
lleno de emociones sin respuesta, de sentimientos que no quieres contener pero
que sabes no es mérito propio, están allí y son perfectos. Dones de la vida o
del cielo, de todo, dones que se reciben cuando quieres darlos, cuando olvidas
la razón y sin darte cuenta el corazón dicta sus letras y escribe los guiones…tu
simplemente das vuelta a las horas y esperas con ansias el resto de la
historia, quieres un amplio cuaderno, buscas espacios para seguir escribiendo.
Amo tu visión con miras a futuro y al mismo tiempo tu sorpresa por lo que vamos descubriendo.
Ve nada más a dónde hemos llegado, ve nada más lo que siento, ve
nada más lo que falta, lo que ha sido y está siendo.
Ve nada más… tu respiración contenida y sin respuestas.