jueves, 23 de octubre de 2014

Se escribe porque es urgente

Se escribe porque es urgente, porque necesitamos decirnos algo, no siempre al otro, no a los otros, quizás, solo es la mejor forma de escucharnos. 

Acostumbrados a los críticos literarios, aprendimos a valorar el ritmo, la métrica y esas cosas, entonces dudamos en publicarnos.  Es que en la escuela no enseñan a sentir, ni de lo imposible de escribir lo que los intestinos nombran y su inminente necesidad de quedar ahí, como sutiles destellos detonantes de recuerdos. 

Nosotros, que sentimos, escribimos solo porque quizás esto que ahora vivimos, después pase y siempre es grato recordar haber estado vivos.

Vivos porque reímos, porque sufrimos, porque amamos, porque viajamos, porque en el día a día la vida crea sus historias y mueve estos que hasta ese momento fuimos y anuncia la nueva persona que está naciendo.

Trasformados por la vida, deseosos de quedarnos con todo, pero imposibilitados…escribimos.

A veces encuentro almas que logran entender mis laberintos, otros que con las mismas palabras crean mucho más de lo que creí escribir. También hay veces que al releer, ya no se puede recordar aquello sentido, eso es fuerte; es darte cuenta que algo grande, ya pasó. Como también es fuerte cuando lees y cada palabra, cada coma y cada punto, detona emoción a emoción, un pasado que quieras o no, sigue presente.

Pero nunca falta ese o aquel que con seriedad y apariencia de intelectual comenta; encuentro algunos errores en su métrica, podría ser bueno si realiza algunos cambios o cosas así. Con ellos, sonrío, admiro su conocimiento técnico y lamento su imposibilidad de sentir, no por mí, no por la crítica a un simple relato de uno de mis momentos, pero sí, porque sé que ellos andan así por la vida, queriendo vivirla perfecta y, lamento decirle querido amigo, que esa perfecta no es vida y que usted, no entendió ese documento.

En fin, esta vida es de momentos, de emociones y confusiones. Algunas veces esto nos lleva a escribir, otras veces es tan grande e incomprensible que sufrimos porque no logramos enunciarla, si ¡esos momentos de silencio!

 Ahí donde la pluma no escribe y  todo es un misterio, esa, sí que es poesía.


No se confunda, lo demás, va, son palabras dichas al viento.

lunes, 20 de octubre de 2014

Pequeñas muertes…

Tanta vida nos agobia, nos aleja del origen, de lo que en verdad deseamos. La vida nos da la prisa, las obligaciones, las máscaras y frustraciones. Pero ahí estamos, seguimos necios…luchando.

Allá, en el fondo del pasillo, en el lado más oscuro al que nunca fuimos; algo me llama y me da miedo.

Te busco entonces. Paralizados, dudamos  el encuentro.

_¿Qué es esto? Parece un tango, violento y desesperado.
_Quizás nos cansemos y agotados vayamos a encontrarnos.


Que el choque nos lleve hasta pequeñas muertes y que esa muerte no tenga más remedio, que despertar a la vida.

...respira.