lunes, 18 de mayo de 2009

Don Mario Benedetti, tal vez ud no sepa como yo valoro su sencillo coraje de … enunciarme.

Hay “muchos” _abusando de la indeterminada cantidad_ fragmentos de Don Mario que dieron sentido a mis días y soledades.


He de mencionar con gran gusto que fue precisamente Benedetti quien logró inducirme al mágico y doloroso mundo de la poesía. Logró ser el cómplice de mi transición de adolescencia a juventud, además de quien despertara mi inquietud por la lectura.

Antes de él había leído pocos libros completos y sólo por obligación. Afortunadamente en 2003, dentro de mi clase de… ya no recuerdo qué clase, había que analizar la historia de Don Martín Santomé y Laura Avellaneda.

Don Mario, criticado en algunas ocasiones por una estructura gramatical no muy especializada, logró capturar el sentimiento en palabras, para muchos como yo, con eso es suficiente.


Después de enamorarme y sufrir la trágica historia desde la fantasía, seguí buscando sus obras, encontré con agrado “táctica y estrategia” “La culpa es de uno” “rostro de vos” “Hagamos un trato” “Te quiero” “Viceversa” “Los formales y el frio” “Mucho más grave” “Cada ciudad puede ser otra” entre muchas otras, pero hay una que considero tan mía que podría ser demandada por derechos de autor, y aun así, seguiría siendo mía. “Ultima noción de Laura”.

Tal vez porque en algún momento sentí los nombres caérseme y toda yo me fui cayendo... Tal vez porque pese a todo “No sabe ud como valoro su sencillo coraje de quererme”. Tal vez porque resulta incomprensible el distanciamiento cuando se descubre unos ojos “despejar la incógnita del miedo”. Tal vez porque no importa el mundo ni sus conflictos y decides que “allá usted con sus años yo estoy segura de quererlo así”. Tal vez porque en el mismo título de su poesía escondía la respuesta que no quería encontrar. Tal vez porque él “es la respuesta que yo esperaba a una pregunta que nunca he formulado” pero una vez encontrada no se puede renunciar a ella. Y sobre todo, porque él no comprendió “ cuánto he luchado por seguir viviendo cómo he querido vivir para vivirlo ” y claro el no lo sabe "no sabe ya que nunca se lo he dicho ni siquiera en esas noches en que usted me descubre con sus manos incrédulas y libres…" después comprendí que "la culpa es de uno, cuando no enamora".


No puedo renunciar a algo tan mío, así hubiera sido su única obra, habría valido para hoy despedirle con dolor y agradecimiento de sus letras. Don Mario, tal vez ud no sepa como yo valoro su sencillo coraje de … enunciarme.
Buen viaje!

Ultima Noción de Laura


Usted Martín Santomé no sabe cómo querría tener yo ahora todo el tiempo del mundo para quererlo pero no voy a convocarlo junto a mí ya que aún en el caso de que no estuviera toda muriéndome entonces moriría sólo de aproximarme a su tristeza. Usted Martín Santomé no sabe cuánto he luchado por seguir viviendo cómo he querido vivir para vivirlo porque me estoy muriendo, Santomé. Usted, claro, no sabe ya que nunca se lo he dicho ni siquiera en esas noches en que usted me descubre con sus manos incrédulas y libres usted no sabe cómo yo valoro su sencillo coraje de quererme. Usted Martín Santomé no sabe y sé que no lo sabe porque he visto sus ojos despejando la incógnita del miedo. No sabe que no es viejo que no podría serlo en todo caso allá usted con sus años yo estoy segura de quererlo así. Usted Martín Santomé no sabe qué bien, que lindo dice Avellaneda de algún modo ha inventado mi nombre con su amor. Usted es la respuesta que yo esperaba a una pregunta que nunca he formulado usted es mi hombre y yo la que abandono usted es mi hombre y yo la que flaqueo Usted Martín Santomé no sabe al menos no lo sabe en esta espera qué triste es ver cerrarse la alegría sin previo aviso de un brutal portazo. Es raro pero siento que me voy alejando de usted y de mí que estábamos tan cerca de mí y de usted. Quizá porque vivir es eso es estar cerca y yo me estoy muriendo Santomé no sabe usted qué oscura qué lejos qué callada Usted Martín Martín... ¿cómo era? los nombres se me caen yo misma me estoy cayendo usted de todos modos no sabe ni imagina qué sola va a quedar mi muerte
sin
su
vi
da.


P.D: Es verdad!!! cada ciudad llega a ser otra, cuando el amor la transfigura. Y si el amor se va y no vuelve la ciudad carga con su otoño…

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