Dr.
Juan Luis Orozco S.J.
Rector del Instituto Tecnológico y de
Estudios Superiores de Occidente (ITESO)
Agradezco de antemano la atención que brinden
a este manifiesto.
El ITESO fue la casa de estudios que me formó,
pero fue más allá de una licenciatura,
me enseñó a comprometerme socialmente. En su prioridad por el alumno me hizo
saber que lo importante eran las personas y que del trato y ejemplo que como
institución nos daban, dependería el tipo de profesionales que egresarían. Salí
dispuesta a luchar por un cambio social, segura que no sería fácil, pero
sabiendo que no por eso tenía que quedarme resignada. Me enseñaron a ser crítica
y luchar por el bien común.
El ITESO educaba para la libertad, con todos
los riesgos y dificultades que eso implicaba, pero el mensaje era claro “estaban
formando a los profesionales que urgían y urgen a este país”. Hoy no encuentro
aquel ITESO.
Viví varios cambios en el ITESO, pero nunca el
recibí como imposición, el ITESO cumplía su palabra con el compromiso adquirido
al momento de la inscripción del alumno. Mi universidad me enseñó a respetar
los acuerdos que se han hecho y admiré siempre el interés por el bienestar de
su comunidad. Había una responsabilidad, creo, respaldada en la filosofía
jesuita de hacer las cosas “a la mayor gloria de Dios” así me ayudaron a conocer un Dios en la tierra y con
la gente, esto cambió todo.
De ese ITESO me enorgullecí y agradecí la
oportunidad de haber sido formada en la filosofía jesuita, becada y con mil
esfuerzos de mis padres, pero fui afortunada. Trabajé para pagar mi
financiamiento y poder entrar al posgrado, conseguí un porcentaje de beca y no
dudé en volver a invertir en el ITESO.
Hoy aquí estoy, a un año de cursar la Maestría
en Desarrollo Humano, por mi deseo, despertado en mis años de itesiana, de
aportar algo más a la gente. Creí que no había mejor lugar que el ITESO para mostrarme
la manera de hacerlo.
Volví a una universidad muy moderna, con más
instalaciones y tecnologías y me alegró su evolución. Pero con mucho pesar
reconozco que no encuentro el espíritu itesiano, parece que al tumbar esas
cabañas feas que estaban en la ahora plaza de los 50 años o al levantar nuevos
edificios, quedó enterrado el sentido humanista y social y se apostó por la
materia.
En mi maestría, en este año que llevo
acreditado, he tenido que aceptar una y otra vez el incumplimiento de sus
propias reglas, la invalidación de los alumnos y este último “aviso” (porque
fue muy clara la coordinadora que no se nos citó para consensarlo sino para
avisarnos) de que el horario comprometido en la carta que se nos entregó
firmada, sellada y en papel oficial de la institución “no cuenta” ya que
posgrados decide “no tenemos derecho a salones los lunes”, así que el servicio
que contratamos no será cumplido.
El ITESO no tiene salones para cumplir con lo
que nos vendió, además tenemos que agradecer que no se nos cambiara a modalidad
virtual, cuando claramente esta por escrito que el programa al que me inscribí,
como el resto de mis compañeros, es presencial. ¿Qué corresponde hacer ante la decepción de un
ITESO que no está respondiendo ni a sus compromisos formales, ya no se diga a
su filosofía?
¿Dónde quedó el espíritu? ¿Dónde está ese
sentido crítico y de justicia que me sembró el ITESO? ¿En dónde quedó la
institución formal que ya no respeta ni sus propios acuerdos firmados? ¿Es
realmente una cuestión institucional?
Sé perfectamente que como cliente/usuaria
tengo todo el derecho de reclamar que se cumpla con el compromiso firmado, pero
amo mi casa de estudios y este escrito va mucho más allá de ese mínimo que
están obligados a cumplir. Creo en el cambio social y no podemos permitir que
este espíritu se pierda, tal vez las nuevas exigencias comerciales han
confundido la misma misión itesiana, pero eso no impide reconocer el error y
retomar el espíritu.
Me disculpo con mi alma mater por tener que
buscar otros medios para ser escuchada, pero lo hago desde mi dolor de ver perder
aquello que tanto amo y que sé que este mundo lo necesita más que nunca. También
escribo desde el valor y sentido de lucha que el mismo ITESO me aportó.
A la mayor
gloria de Dios.
Flor Margarita
García Maldonado
MDH48711
Adjunto a este
documento las cartas que entregaron, tanto a mí como a mis compañeros.
·
Días y horarios
de clase establecidos, sobre el cual el alumno construye su carga académica de
mínimo dos materias.
·
Modalidad
Presencial
·
La maestría
requiere clases los lunes, porque los viernes están agendados para los
intensivos.
Con base en esta información proporcionada por
el ITESO hemos adquirido compromisos y rechazado otros, el ITESO y
particularmente la maestría en MDH podrá hacer ltos cambios que considere
pertinentes y firmar nuevos contratos con las generaciones venideras. oda
institución del renombre como lo es el
ITESO, el mínimo necesario que está comprometido a brindar es el cumplimiento
de sus acuerdos.