Ud y yo tenemos
contacto directo, siempre me mueve, me inquieta, me hace voltear al cielo. Hoy
es especial, está aquí, entre mi garganta, mi ilusión y la emoción. Aún sin
tomar forma, queriéndome decir algo, apuntando el nuevo camino… lunática, siempre
lo he sido.
Su fuerza es la mía, soy mujer de ciclos, aunque sé que
puede ser redundante; mujer y ciclos, pero yo los vivo, los siento y a veces
los escucho, me hace escucharlos.
Algunos creen que mi tiempo es cronológico y me juzgan de
ilusa. Mi tiempo siempre se multiplica, se detiene, se repite, se encuentra. Pero
a veces sé que es mejor su juicio, el de ellos, si lo comprendieran de
cualquier forma me juzgarían, solo que tal vez de bruja, de loca…no sienten, no
entienden ¡juicios!
Así es la vida o mí vida. Porque es preciso estar viva para
latir con usted, para subir en fuerza, coraje, determinación, violencia, arrebato
y todo lo que la vida/amor implica.
Mi señora Luna, hoy usted y yo sabemos cuál es el ciclo. El
que termina y comienza, el que me tiene así, dando vueltas y que poco a poco se
siente más la fuerza de lo que comienza y suelta.
Escucho “deja ir, despide, bendice y agradece lo que termina”.
Mujer y ciclos…almas gemelas, finales y comienzos, nuevas ilusiones,
nuevos miedos, nueva fuerza.
Hoy entramos a esta era, me gusta llamarle era, más allá de
los tiempos, de las lógicas materiales y entendiendo así; como grandes
cómplices, que hoy iniciamos otro vuelo.
Quiero sonreír, siento esa extraña sensación aún en la garganta,
pero ahora distinta, más relajada, con más paz, con amor e ilusión. Ya ha
salido, ya voló…estaba fluyendo, saliendo el adiós.
Luna ama, señora guerrera. Sonrío, no lo quiero escribir,
apenas viene, hay espacio, se está limpiando, es fresco y cálido. Es vacío
también, invita a entrar, a dejar pasar… Señora luna, me había olvidado de
usted y sus comienzos.
Que brote la ilusión y la emoción, esa que tan condenada en
mi historia ha sido, pese que a pocos se las he dejado ver. Emoción tan mía
siempre, tan fuerte, tan frágil, tan necesaria para no romper.
GRACIAS, no la censuraré, es mi Don, mi alma, mi esencia. Que brote la emoción como lluvia, así vibramos las dos. Entre mares violentos que se mueven con nuestra presencia, que disponen su inmensidad a la lucha de amar.
Violenta lucha que suelta y reclama hasta que vuelve a amanecer.
GRACIAS, no la censuraré, es mi Don, mi alma, mi esencia. Que brote la emoción como lluvia, así vibramos las dos. Entre mares violentos que se mueven con nuestra presencia, que disponen su inmensidad a la lucha de amar.
Violenta lucha que suelta y reclama hasta que vuelve a amanecer.
Madre luna, hermana, fuego y agua, todo resuena en ama… ama.
GRACIAS