domingo, 31 de octubre de 2010

Donde el corazón canta…

Yo me pregunto si el corazón canta, o si por lo menos es regla para todos. Me responden algunas almas que van por ahí gritando, como queriendo que todo el mundo escuche. Me cuestionan otras que no tienen tiempo para cuestionarse. Dudo cuando veo corazones que lloran y que distan mucho de poder cantar. Me respondo cuando me detengo y mi respuesta es siempre una pregunta…

Entonces me interrumpo y vuelve a sonar esa voz en mi cabeza “ahí donde el corazón canta”, pero desconozco el lugar y creo que mi corazón carece de toda armónica tonada. Ahí, donde mi corazón cante… no sé si tendré fuerzas para llegar. Quisiera pensar que ya he llegado, que mi cansancio fue por el camino, pero que pronto habrá acordes que nacerán de muy dentro y no habrá necesidad de luchar por la supervivencia.

Ahí donde mi corazón canta, ahí quisiera ya estar. Ya no puedo motivarme con los que me alientan con su gritar, ya no puedo conformarme con saber que aún no le he visto llorar. Llorar, si por lo menos pudiera hacerlo, tal vez ese lugar estaría ya cerca. Tal vez por eso lloran otros, tal vez pronto encontrarán. Pero yo, sin canto y sin llanto, qué sentido tiene mi andar.

Mi sentido no lo encuentro, por ahora quisiera no tener que despertar. Estoy cansada y aún no visualizo el final. No hay camino y el futuro, el futuro si es que existe tendrá pronto que empezar.

Eso es todo, “ahí donde el corazón canta” y yo que no sé cantar…

domingo, 10 de octubre de 2010

Puede ser...

Puede ser, porque así eres, porque así soy y porque, nos guste o no, somos.

Mis hijos tienen tu rostro, tus ocurrencias, tu voz, tus poses, tus tiernos detalles, tus manipuladores comentarios, tu gusto femenino, tu libre caminar, tus ganas de triunfar, tu amor, tu miedo y por supuesto, esa parte tuya que es tan mía y que no permite no amarles.

No sé, los veo pero desde el año, cuando ya caminan y comienzan a ser ellos, tal vez porque la libertad es lo que más asocio a ti. Tal vez porque los quiero ver inquietos no pasivos, porque quiero que aporten y no sólo saberme egoísta moldeadora de personas. Quiero verlos correr, hacer travesuras y hacerme enojar, y verte a ti, riendo espontáneamente y en complicidad con ellos, de que hagan enojar a su mamá. _SU mamá, que raro se siente sólo de pensalo_

Lo raro es que no los pienso con mis formas, los pienso muy tuyos, pero en ese ser tu me encuentro plenamente, los sé muy míos. Ya había pasado esa sensación de ver mis hijos, habían perdido rostro nuevamente, no eran porque no podría darles forma, ahora vuelven y no puedo negarme la posibilidad de verlos, son ellos, son los míos, los que pienso de futuro.

Los veo seguros, soñadores, tiernos, platicadores, agradables, querendones, abusivos, lo serán un poco lo sé. Muy vivos, muy despiertos, muy activos, tendrán prisa por crecer, serán felices.

…es complicado porque no sé cómo, porque me planteo la posibilidad de favorecer que sean, eso puede ser no tan complicado, de alguna u otra forma lo has planteado y va muy de la mano a tus proyectos, dudo, dudo porque quiero conocerlos, porque no quiero negar la posibilidad de que sean. De que tengan un largo apellido y de que sean muy queridos. Pero sé que es una nube, que no quiero limitar su vida ni limitar la mía, no quiero dosificar el amor, agendar la felicidad y dividir afectos. Los quiero muy plenos, los quiero sanos y en busca de la vida, no de entender su desarticulado hogar.

Es el deseo de conocerlos lo que me hace dudar, pero es egoísta para todos, quiero mi familia, sin límites, sin miedo, que arriesga y se compromete por alcanzar un bien mayor, aunque cueste, aunque no sea fácil.

A veces me atemoriza el momento que aniquile la posibilidad, que algún día sepa que habrá un alguien que tendrá tu sonrisa, tus ocurrencias pero no serán muy mías, serán de otra y entonces tenga que borrar todo recuerdo, toda ternura que sintiera mi corazón de imaginarles.

No quiero reforzar la imagen porque será difícil borrarla, pero el deseo alimenta mi ilusión de conocerlos, de que no habrá que borrar nada y que algún día leeré esto contigo y pensaremos nombres, compraremos cosas tiernas ... Me opondré a (nombre suprimido), me opondré al “(terminación suprimida)” acepto el Jr. Me encantará dar al mundo un poco de lo que me dio contigo.

Quiero mi niña, no sólo para ser amigas, sino para ti, para que mueras de felicidad al verla altanera, mandoncita pero tierna, para que le corras a todos, a todos los que la vean. Para que la vistas de futbol y te pongas a jugar con ella. El niño lo hará solito, pero sé que quieres verla a ella. Y es que te veo, loco, enamorado, buscando razón a lo que sientes, meterte en tu mundo de números porque los afectos escaparán de ti. Me veo a mi, loca, enamorada, cuidándolos, riéndome de mi hitleriana teoría de la educación que se parte cuando los ve llorar, cuando me dan un beso. Me veo decirte sus travesuras cuando llegas, me veo cansada pero feliz, me veo llena de todo.

Te veo ausente, me veo enojada, me veo decirte, ¿qué nos pasa? Te escucho tan sobrio y enojado, decirme que tienes dudas, que no es como lo imaginaste, me veo llorar, me veo dudar del futuro. Me veo fuerte, me veo hablarte, tranquilizarte, encontrar lo que perdimos, seguir creciendo, tener razones para amarte, aunque tengas miedos, aunque quieras ser un niño.

Eres tú, pero ¿serás? Qué es lo que procede, no lo sé. Pero me inquieta verlos a ellos. Son dos, aunque tal vez quieras un tercero y seré feliz de tenerlo.

Aretai me gusta, en griego es como todo lo bueno, las bondades, pero más allá de un hedonismo. Es como lo perfecto, lo que buscamos, lo que el hombre anhelaría para su bien. Me gustaría que se llamara así.
(nombre suprimido) no, pobre mi bebé, tan guapo que será. Sus ojitos, su vocecita, su chispa, su inteligencia, su bondad… todo para que su nombre lo limite, ja ¡jamás! ¿Mejor tu nombre no? Qué mejor forma de trascender. Además siempre me pienso hablarle tiernamente en tu diminutivo, como enamorarme más de su papá, no sé. Tiene muchos significados.

No sé. Tal vez no los conozca, pero me cuesta pensarlo, porque lo veo y santo Tomás necesitaba sólo ver para creer, tal vez eso me pasa a mí.

Me enviaré esto, por si en un futuro lo podemos incluir(texto suprimido) en el más importante, en el que crecerá todos los días, el que tendrá tu letra.

Si no, estará bien recordar que había una carita que me enternecía.

(Texto suprimido)

Ya deja de leer esto, anda a verlo, verdad que es el que vi, verdad que es así :D condenado chiquillo, me pregunto si habrá otro tan esperado, tan querido.

Gracias, aunque el amor dicen que no se agradece, me gusta que lo sepas. Me gusta que veas mis sueños, pero en presente. Contigo, en mí.
Esto es amor, aunque no te guste la idea.
Dame un beso.

El fin de nuestra huida

Esta vez no pienso huir, te espero, tienes derecho a seguir si lo deseas. 

He de pagar mis muchos días de vagar, pero por favor, dime que algún día, cuando tu andar se canse y tu soledad te pida una parada; lo harás aquí, en esta tierra antes conquistada. Te estaré esperando, sin rencores, sin reclamarte nada. 

Sólo estaré aquí, en la antesala de tu frente cabizbaja, esa de quien se siente derrotado de llegar a un sitio firme cuando en navegar había soñado...

Pero no sufras, navegaremos juntos, iré a donde tu vayas, haré que mis caricias sean para ti, como tus alas. Pero tú, por favor, promete que nunca detendrás tu marcha, que yo seré tu isla, tu guarida, tu montaña…

No espero el fin de tu viaje, sólo espero el día que sin sospecharlo, comiences a navegar mis aguas. Tan profundas, tan rebeldes, tan extrañas; que nadie ha podido descifrarlas. Tal vez porque no hablan para ellos, porque no cesarán mientras los vientos no sean los que tu exhalas.

¿Has visto el mar calmado en la mañana? Jamás, tal vez porque protesta por su amada, porque no es posible que dos almas que se atraen, logren alejarse en calma.

Sigue, anda, puedes continuar tu marcha, yo esperaré a que se sea mañana y mañana tal vez espere mañana… pero deja mantener mi fe, fe que en mi ha puesto; quien por mandato ha dado AMA!!!