No quería, pensaba el “otra vez” y me negaba a hacerlo presente, quería luchar, hacerlo distinto, que no hubiera otras veces, pero estaba ahí y mi consciencia me obligaba a aceptarlo, me exigía no ser egoísta y soltar lo que no era ni será mio, lo que estaba matando por pretender no herir…
Llorar otra vez y volver a sentir, saber que se iba a quien tanto busqué, pero no supe tener. Dejar pasar y dejar ir, aquello que lejos de felicidad, encontró en mi un fin. No quería, no quiero y me revuelco en pensamientos, en querer volver y buscar lo que tanto quiero, pero no es para mí.
No estaremos más, aunque estaremos, no será fácil, pero será
mejor. No, no es otra vez, esta vez es distinta, esta vez soy yo quien decide y
deja libre, en un acto de amor superior, de no necesitar poseer y querer el
bien mayor. Tanto hubiera querido que fuera posible y evitar este dolor y las
lágrimas contra mi, por ser yo quien diga no y deje pasar. Yo que tanto detesté los "actos de amor" y que asumí cobardes...yo, no sé si hoy lo soy.
Perdón a la vida por emboscarme y obligarme a vivir así, sin
tí. Aunque quiera lo contrario, pero no encuentre lo mismo al verte, cuando logro que sea así. Del mayor acto
de amor y no, has de saber que no es otra vez, es la primera y no es por mí.
No hay culpables, de haberlo no serías tú. Es mi vida que me
obliga a andar sin ti, porque no genero lo que te hace feliz, porque no quiero
verte morir. De tu libertad he de estar absorta cuando te vea por ahí. Odio pensar siquiera en otra que pueda tenerte al fin, no quiero, pero esta vez no es por mi.
Anda, bien, no pienses que es por ti, no es tu culpa, jamás
lo pensé así. Son mis miedos, si así quieres, o mis ganas de un mundo feliz.
Asumo riesgos y responsabilidades, esta vez es por mi, pero
soy victima y victimario, el dolor que quede en mi.