sábado, 21 de febrero de 2015

Y que la mejor comedia… sea la tuya

Alguna vez leí que el concepto de amor es base para la experiencia de amor de cada persona. Vaya ud. a saber si esto es cierto o simple argumento literario, pero si a mí experiencia preguntan, les diría que tal vez tengan razón. Bajo los mismos argumentos, experienciales,  me atrevo a hablar de amores a primera vista y de historias destinadas o todas esas cosas que solemos ver en las comedias románticas.

1er. Acontecimiento Razón y corazón en el combate.

Si, ya le cuento. Mi necio corazón luchaba por convencerse que no era cierto todo eso que veía en el cine, esos amores de historias felices, al final solo alimentaban mi alma, pero estábamos muy ciertas, mi razón y corazón femeninos, que el amor era otra cosa. Toca decirlo o este mundo te condena.

Claro, argumentos racionales, pero que a nadie engañan, no por mucho tiempo por lo menos.

Si mi corazón disfrutaba esas historias era porque en el fondo esa trama buscaba. La deseaba aunque en voz baja, casi inaudible para que la lógica no interviniera con regaños intentando adoctrinar el genuino conocimiento de esos amores profundos. Tan profundos que merecen ser contados en el cine y en las plazas de los pueblos, desde norte hasta el sur y por cualquier continente, si, aún a miles de kilómetros...el amor sucede.

Digo sucede porque también eso he abonada a mi concepto de amor, cada vez me sorprendo a mí misma desafiando mis más fuertes argumentos de un amor estructurado y dentro de la razón.

En vano nos desgastamos escribiendo la teoría de lo indecible, de lo que simplemente su-ce-de, aún que no nos demos cuenta. Hasta me atrevo a decir que es casi ley que para que suceda, es preciso no darse cuenta, solo así no estorbamos al motor del mundo, solo así dejamos que el universo conspire y los momentos precisos, aparezcan.  

Momentos… es por momentos que alma, corazón y vida, convergen. Es ahí cuando entonces no hay forma de ir en contra del destino. 

Pero si ya se ha hecho todo para estar, aún sin darnos cuenta, sería imperdonable salir huyendo.

2do. acontecimiento - Cuando las cosas…suceden.

Nadie huyó, aún aquella vez en que mi razón/corazón preguntaban quién eras, qué pasaba o qué era aquello. Si, así era mi pregunta ¿qué es esto? no tenía nombre, no estaba en ninguna de mis planeaciones previas, era distinto, arrebataba el momento, se imponía a cualquier dominio de razón. 

Solo era y punto. El universo me parecía mostrar lo que tanto deseaba y temía, temía porque, como decía Agustín de Hipona, vive el alma evitando aquellas cosas por cuya apetencia muere. 

De cualquier manera, aun no era el momento, no podía recibir lo que no sabía qué era, no era incluso aun lo que esperábamos y quizás por eso, solo una luz se mostró, como anunciando el futuro. 

Esa rendija por donde la vida se muestra en un parpadeo, pero que difícilmente identificamos y solo se descubre si volvemos al punto de convergencia.

Si tus años de lucha se orientan y alinean con tu otra parte, si es así, ese pequeño destello encandilante, llegará al nuevo momento y lugar en el que mostrará su estrella, la que guardaba en misterio, la que había que conquistar, pero que siempre fue SU estrella.

3er. Acontecimiento - La conquista

La conquista es atreverse a cruzar la luz resplandeciente, dejar que queme o envíe a un mejor lugar. Sin riesgos no hay triunfo que valga. 

Lo corrimos, o por lo menos yo corrí a la luz sin saber qué iba a encontrar, solo sabía que lo vi antes, que nuevamente me encontraba en la antesala de aquello que me marcó y esta vez no iba a quedarme lejos, esperando, dejando que la vida pasara.

Esta vez sabía que había vuelto y eso ya no regresa, no en esta vida. 

Era ahora o nunca y corrí, corrí segura de cruzar el túnel, de llegar al fondo sin importar qué fuera… caminaste entre la bruma, dudando, con recelo, claro, no todos tenemos alma suicida, pero caminaste, eso hizo la diferencia.

Esta vez llegamos, cruzamos la línea y no nos vimos de lejos, tocamos la luz, como quien salta y no teme ya al vacío, solo espera llegar a fondo y conocer el misterio.

4to. Acontecimiento - El misterio…


El misterio es la vida, pero en mis historias, los finales son felices, con algunas dificultades, pero solo para no dejar caer la película. 

Lo importante al final de cuentas, es que la mejor comedia, sea la tuya.