jueves, 18 de septiembre de 2008

y todo por esos malditos politiqueros de oficio

Lo vi venir cuando inició Calderón su sexenio y lo vi muy amigo de Uribe Balas (presidente de Colombia) no me gustó esa mancuerna. 

Son mis dos países, tendría que haberme alegrado la relación, pero sabía que no sería bueno, que era dar mayor poder a estados unidos y hundir mis dos naciones al mismo tiempo.

Cada vez veo más claro lo que me temía y no puedo evitar un sentimiento de dolor muy fuerte, de temor y recelo frente al futuro. Hay miedo en México, ese miedo que respiré en Colombia, no era mi miedo porque no era mi realidad, pero respiraba el miedo de los otros, ahora respiro el miedo de mi país, no quiero, me alejo un poco de los noticieros y creo que todo está bien, pero no se puede y los comentarios de la gente son en relación a la inseguridad. 

Me hablan de miedo, de no salir solos, de temor de estar en algún sitio que sea atacado con explosivos, que los Z´s (que a mi parecer no es sino una creación de mi gobierno) y que ahora ya dio pié al surgimiento de otros grupos que se escudan en este nombre y sobre los cuales el gobierno no tiene el control que creyó tendría al implementar su estrategia del miedo. Mayor miedo mayor control.

Sr. Calderón, sé que no lo hará, sé que por nada del mundo evidenciaría su maquiavélico plan y que nos va a llevar por un difícil camino intentando frenar lo que ud. inició y se le salió de las manos. Vivimos en un país militarizado, por Dios, qué necesidad había de esto, este no era México. Fue por su estrategia de Álvaro Uribe y aunque nuestra realidad no era como la colombiana, ahora si pinta para convertirse en lo mismo.

Odio el miedo, me molesta quien lo siembra y me molesta sentirlo, pero ahora está así, en el aire, en toda la gente. Se alborotó el panal y ahora habrá que esperar a ver cuando se terminan las abejas, con el riesgo de que después no vuelva a haber miel. 

Sr. Presidente, le manifiesto mi repudio y dolor por lo que está haciendo del país. Me molesta su presencia y sólo pido a Dios que no pasemos a la siguiente fase como en Colombia, porque si empiezan las bombas terminará por quitarle el alma a los mexicanos, por perder todo, porque sin tener ni siquiera seguridad de la vida ya no se puede SER. 

No quiero ver un pueblo que sale a olvidar, quiero ver a mi México que festeja y disfruta, que se queja pero por querer mejorar, por siempre querer más. No una sociedad que ya ni siquiera se queja, que se resigna y que se cansa de luchar ante el desalentador panorama, ante la destrucción de familias, ante el desgarramiento del alma. No quiero eso. Espero de verdad, que esto no sea más que una asociación de mi cerebro que compartió estas dos realidades y tiende a relacionar México-Colombia, pero me cuesta mucho dejar de hacerlo. 

Está tan obvia la estrategia de Calderón que sólo resta pedir a Dios que no permita que destruyan México. Porque México no es un lugar, un pedazo de tierra, México es su gente, el alma de los que habitamos y damos vida a este territorio.

Me da mucha tristeza ver un congreso debatiendo leyes para reforzar la seguridad, con la única finalidad de seguir contrarrestando campañas políticas y no realmente parar esta situación, me duele saber que el mismo gobierno sabe cuál ha sido el detonante de esta ola y prefiere seguir adelante luchando por un voto federal. Es este el gobierno que merecemos???

Creo que Veracruz, por su misma cultura indígena, tiene más miedo que Jalisco y ese miedo es el que respiro por ahora. Pero esta ola se extiende y va afectando a todo el país. No puedo tapar el sol con un dedo, los secuestros están a la orden del día en todas partes, las explosiones ya empezaron y yo no sé que más siga.

No podemos salir solos, no podemos ir a los antros, tengo miedo ir al grito porque hay amenaza… ¿qué es esto? ¿A dónde vamos??

De que me duele me duele…

No hay comentarios: