Y llegamos a un acuerdo, no lo consulté contigo, tú no te
enteraste pero lo hemos acordado. Haremos lo que yo quiero, como tú quieras.
Yo te quiero a ti, conmigo y sin reservas. Tú quieres la
libertad, que en palabras llanas es requisito para que el amor exista. No hay
términos oficiales, no hay palabras que describan, hay una mirada que promete,
que siente y comunica lo que no dices, pero lo gritas.
Hacer lo que yo quiero como tu digas… ¡que decisión tan
ilusa! Perder orgullos y poderío, aceptar a otro en nuestras vidas, ¡va!. No va
con nuestras formas y teorías, pero hacer lo que tú quieres como yo digo
tampoco estaría mal, sería lo mismo. Amar y que me ames, compartir dos vidas,
sin dejar de ser uno, sin perder tu chispa o la mía… No es tan
descabellado, aunque tema a la teoría.
Aceptar al otro, compartir más no aniquilar. Puede que
tengas razón, acepto esta osadía.
Que me perdone mi Dios o que nos premie la vida.
Que me perdone mi Dios o que nos premie la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario