jueves, 18 de junio de 2009

Espero una llegada

Tengo una nostalgia inmensa, con rostro desconocido, pero con deseos descomunales de agarrarse a alguien.

Pienso en mi pasado... en fulano y zutano, pero aún así no logro conjugarlos con mi nostalgia. Es mi necesidad de suspirar la que espera, busca y reclama ese recinto. Donde se llene el alma, donde se inunde mi esperanza, mi fe y claro, mi certeza de que existes.

Que hacer si mi nostalgia es mucha, pero no encuentra su amo. Ese que la funda y certifica, ese que dota de sentido a tanto sufrimiento.

Ahora me pregunto ¿por qué tanto dolor, tanta nostalgia? si no existe ese alguien materializado. Pero que está ahí, a veces tan real que casi comienzo a creerle, otras como una mera caricatura de mi esperanza. Pero la esperanza es esa y siempre será; la desconocida, la del deseo, pero no la real, la que existe o existió, solo sabe esperar, sabe confiar pero ni siquiera sabe en qué.

No deseo encontrarte más, nostalgia. Fuiste un vicio y como tal, hoy inicio mi sano compromiso de no más. Sólo por hoy, como aquellos que en sus manos vieron embriagar su alma, así yo, sólo por hoy dejaré de llamarte, de pensarte y de necesitarte.

Es tonto querer tener lo inexistente, habiendo un mundo que aguarda por conocer nuestra historia. Tal vez sea más simple crear hazañas, conquistar pueblos o vencer molinos, aunque sean recursos narrativos. Pero aun así, serían más reales que mi nostalgia. ¿De ti? ¿de qué? Si no eres, si mi malsano deseo de tenerte te creó y no fue capaz de mantenerte presente.

Por eso hoy, mi tan indomable compañera, hoy agradezco tus servicios, tus largas horas de inundar un espacio que no era tuyo. Vaciaré mi alma, como ese alguien que espera pronto una llegada.

Pero no te preocupes, encontrarás más sitios. Tantos corazones que desean eso; un sueño, un espacio irreal, un abrigo pasajero… Yo ya no. No puedo aceptarte porque ya no eres suficiente.

Anda pues, bien pueda, como dicen los mercantes
Recoge tus recuerdos, tus ilusiones, tus “amores”
Anda a contar cuentos a los niños insomnes
O tal vez a escribir alguna novela larga
Pero no aquí, ya no hay lugar
O tal vez sí, pero
Espero una llegada.

21 de mayo 2009

2 comentarios:

FELULA dijo...

orale!!!!! mismos sentimientos, mismas palabras, casi :D
pero sí, como que tu sientes con un año de adelanto, y aún así no me aconsejas????? jajajja...
ME GUSTA!!! me gusta que empiezas hablando a la nostalgia como si la quisieras, porque se que en el fondo la quieres, la queremos, pero acabas diciéndole que no, ese paso es muy utópico, creo, porque en el fondo, al no haber "Nhombres", a quien queremos y entregamos eses sentimientos es a la nostalgia.

"Que hacer si mi nostalgia es mucha, pero no encuentra su amo"

"como aquellos que en sus manos vieron embriagar su alma, así yo, sólo por hoy dejaré de llamarte, de pensarte y de necesitarte. "

"Es tonto querer tener lo inexistente, habiendo un mundo que aguarda por conocer nuestra historia."

y al final, esperas una llegada, com yo espero compartir mi corazón.....zazzzzz....

se que es tonto querer lo inexistente habiendo un mundo real que aguarda....pero, qué pasa si ese mundo inexistente me concede más que el mundo real pero vacío?? al final lo real se vuelve inexistente y lo inexistente se vuelve real.....

Ramita Diferente... dijo...

jaja NHOMBRES jajajajaja si te está afectando.

uy pero eso fue hace un año y dime qué ha pasado??
no HIJA, no vas por buen camino, no caigas, aprende de mi experiencia

Diría Hamlet "palabras, palabras"