miércoles, 13 de enero de 2010

Muertos de frio

Aparentemente nada ha cambiado, pero el ánimo no es el mismo. Lo noté en mí, creí que era amenaza de volver a mis antiguas depresiones. Aumento el consumo de chocolate e intento luchar contra mi deseo de sufrimiento, finalmente sé que es sólo eso lo que hace la diferencia, desear cómodamente ser víctima del mundo.

Continúo mi rutina, me concedo ciertos pensamientos nostálgicos mientras reorganizo mis actividades con “los otros”, aún siguen siendo OTROS, pero deseo que este año sea el del encuentro real, el de comunidad que llame a la constante actividad, a no tener tiempo que perder, a sentir el mundo y no nostalgia.

Mi preocupación cesó un poco al notar cierto desánimo general, entonces me alienta saber que no soy yo, que no estoy cayendo; las condiciones naturales y sociales están favoreciendo este estado y nada más. La solución es más simple, incluso aporta actividades a mis días; luchar contra el desaliento, ir contracorriente y ser más feliz, más, que no sea sólo para mí, que la pueda compartir.

Mi temor se ve aliviado, pero además, alentado por un nuevo ánimo de crecimiento, de estar viviendo. Hay realmente grandes pérdidas, pero no en detrimento. Grandes pérdidas de SEGURIDADES que no hacían más que atarme y no dejarme ir hacia adelante.

Lágrimas en cualquier momento, necesidad de los otros y de compartir. El resultado bastante alarmante, distinto a todo mi expediente de casi 25 años.

_Debo haber envejecido, no hay duda _ pensé

¡¿Pensé?! Qué estoy diciendo? ¿Será que también eso comienza a suceder en mi cabeza? En fin…sigamos.

Esto es lo que comúnmente pasa cuando se llega a una edad avanzada “demencia Senil” _Me diagnostiqué con cierta burla y picardía.

Mmmm… envejecí. Mi próximo cumpleaños en el segundo mes de este 2010, festejará un cuarto de siglo en el mundo. Raramente mi espera no es alimentada por la emoción de regalos o la fiesta; tengo ganas de no hacer nada, de contemplar mi vida, el mundo, lo que me rodea, lo que soy y lo que deseo ser. ES RARO, pero así es, no puedo volver a aquella emoción exaltada de los años anteriores, soy feliz en mucha paz, no hay prisa de nada, me sobra mucho de lo que anhelé tanto tiempo y me falta mucho más lo que nunca creí necesitar.

Entre tanta melancolía y calma, también llegué a la conclusión que dejé de ser fuerte, perdí mi autoridad, mi perfeccionismo, mi no necesitar y saberlo todo. ¿Qué pasó? ¿A dónde se fue o a dónde me he ido? ¿Por qué todo aquello que me permitió ser la que soy, hoy sobra? Lo vivido todo este tiempo me hizo muy feliz, me permitió alcanzar grandes cosas, me describía plenamente, no era contrario a mi naturaleza, pero hoy esta debilidad tampoco va contra mí…

Alguno de los dos estados debe estar en gran error ¿O será que esto es la vida? Que lo que ayer nos venía bien hoy sale sobrando, que el cambio es tan notorio porque esta vez estoy más atenta a lo cotidiano, pero que siempre fue así…

Débil, rechazando la soledad, fomentando la comunidad, necesitando de otros, llorando por simplezas, aceptando el mundo y no en su contra…. Debería estar aterrada, por lo menos eso sería normal, pero me emociona y espero ansiosa lo que esta nueva etapa recreará. No tengo miedo al cambio, a lo nuevo y desconocido, me cautiva el misterio, estoy ansiosa.

Asumí ser débil y disfrutarlo. Ya muchas batallas libré sin derramar lágrimas, sin sentir dolor, sin mirar atrás. Ya estoy aquí, tal vez  puedo salir a respirar el viento, a ser libre y sentir. Tal vez llegó a su límite mi llanto contenido. Quizás es esta la antesala que advierte sobre los últimos años de preparación y demanda que sean intensivos. Ja, me reúso a pensar en la posibilidad de ya estar preparada, me doy cuenta, pero me permitiré engañarme un poco.

“25 años” De niña siempre pensé que eran muchísimos y veía muy lejano cumplirlos. Hoy, no desmentiría a esa niña, 9125 días han aportado muchas experiencias a mi vida, han formado mi compleja razón, me han mostrado un mundo real que no se detiene pese a los intentos, ni se termina con los tropiezos; más nunca imaginé que habría que llegar a este punto para poder iniciar a conocer el corazón.

Si 25 años me ha tomado interpretarme, crear mis definiciones y formular mi teoría; deseo comenzar cuando antes a estudiar el corazón, sé qué es el posgrado, ese que exige salir al campo de acción, ese que sólo se puede entender en la práctica… y yo que creí que todo este tiempo había sido para entender al sentimiento, yo que esperaba una respuesta en libros y deseaba consumirlos todos... con ternura reconozco mi error. La vida tiene sus tiempos, aunque intentemos forzarlos. 

Hoy asumo el riesgo de mi VIDA, será complejo, pero no tengo miedo, este (miedo) era necesario para frenar la razón, sin duda un sabio regulador de la naturaleza humana, mis nuevos días no le necesitan.

…por eso el frío de estos días, por eso estamos llenos de niebla, por eso nos sentimos solos. Estamos muriendo de frio, nos estamos desprendiendo de una era y no nos damos cuenta, por eso queremos no estar solos y al tiempo huimos de todos, es el duelo inconsciente que vivimos y nada más.

Tal vez no estamos muertos de frio, tal vez es el frío el que está muriendo, el corazón comienza a templarse.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Como siempre un escrito por ti, muy interesante, para estos números frios que en el tiempo hacen fechas inolvidables...la nostalgia es comun estos dias y la ausencia es tan facil ... tienes razon, cuando somos niños, tener 25 son muchos años , pero ahora nos damos cuenta de lo rapido que ha pasado todo y aveces parece que apenas empezamos a vivir
saludos¡¡ Atte Maira Citali Sanchez

Ramita Diferente... dijo...

Muchas gracias Maira!!! gracias por leerme y por tus comentarios. Muchos saludos y NO MUERAS DE FRIO ;)