jueves, 14 de enero de 2010

TRABAJA EN PAZ...

Mira cuanta confianza te tiene esa mujer… me vio y fue a saludarme con ese comentario. Alegró mi espíritu con sus palabras y aún más, saber que me recordaba.

Tiempo atrás me había enseñado a degustar la vida y a apasionarme por la comunicación, a encontrarla en lo cotidiano. A ver, a escuchar, a gustar y disfrutar de todo, porque en todo había un lenguaje superior a la palabra.

No entendía que nos limitáramos, que nos bastara un idioma en un mundo tan majestuoso. Era un alma libre, esas que sólo consiguen los grandes, los que logran contemplar la magnitud de esta vida.

Sus comentarios siempre alentadores, motivantes, demandantes. Quería sembrar en sus alumnos el deseo de más. Veía en la juventud, el tesoro del tiempo para crecer. Sabía tanto y veía en nosotros la posibilidad de superarle en mucho.

Recuerdo su calma, su paz, la seguridad y fe en la persona, sabía el arte de AMAR y lo transmitía en todo, sin darnos cuenta.

Admiré el modelo académico de mi alma mater, nunca entendí cómo lograban formar personas libres, responsables y con un sentido altamente humano. Desde mi primer semestre vi la transformación que comenzaban a generar en mí, pero no entendía de dónde provenía o cómo se alcanzaba; de cualquier forma mi admiración era amplia.

Después, ya en 6to semestre, comentó “a falta de gente honrada, hicieron a su apà alcalde” Ahí supe que había sido durante su rectoría que se genero este modelo de educación y entendí mucho de lo que para mí, hasta ese entonces, era un misterio. Bastaba verlo para notar su sabiduría y su compromiso por la formación.

Al final del semestre convocó a RETIRO, iríamos a las cabañas de su familia, sin duda eso éramos, formó una gran familia en cada uno de sus alumnos. El llevaría las cervezas, después entendí su sabiduría. Fue un gran día, me tocó viajar en su carro, hubo tiempo para compartir lo cotidiano. Recuerdo que cuestioné temas que me hacían ruido en ese momento y deseaba una mirada que me ampliara mi criterio, no recuerdo con certeza lo que hablamos, sólo ese momento que para mí era de “ahora o nunca”.

Mi ensayo final iba a acompañado de mis libros, pensó que eran suyos y puso su nombre en la caratula, después manifestó su confusión y ganó valor mi libro con su nombre de puño y letra. Sabiamente me dejó un gran presente. Se le perdió otro de mis libros, mi preferido, sin darme cuenta me dejó hacerle un regalo. Ahora intento “analizar ese discurso” lo agradezco y me emociona un poco.

Festejamos, la comunidad, sus 50 años de la misión que había decidido emprender con gran fuerza. Lo encontraba en la misa de los miércoles. Lo veía con su paso, corto y seguido, por los pasillos de la universidad. Aún escucho su voz clara y firme. No consigo imaginarlo frágil, débil, su paz era demasiado fuerte, creo que no conocía el miedo.

Siempre fue libre porque eligió atarse, con fuerza y sin titubear, a su misión.

Hasta hoy, no era consciente de lo que representaste, RAUL. TE vamos a extrañar, aunque sigues presente; sabiamente supiste dejar tu vida en nosotros. Vivirás en CADA UNO, intentaremos hacerlo muy vivos, muy conscientes, como tú lo hacías.

Te veo ahí, con tu firmeza esperando el turno para hablar con Dios y escuchar la nueva encomienda. No puedo pensarte inerte, tienes demasiada vida “el espíritu vivifica” ya no podía contenerte este mundo.

Irás a interpretar un mensaje superior, harás una revolución en el cielo, estoy segura.

También dijiste que si alguien quería tu plaza, te ibas. Sé que eso haces, nos quieres ver activos. Sin duda muchos la queremos, pero nadie podrá llenarla.

No puedo terminar con un DESCANSE EN PAZ, estoy segura que seguirás trabajando. TRABAJA EN PAZ, me ofrezco colaboradora en este mundo.



Muchas gracias RAUL HÉCTOR MORA LOMELÍ SJ.
-Flor-

http://www.biblio.iteso.mx/biblioteca/noticias/raul_mora/  y despuès de todo esto, te olvidaremos.


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4 comentarios:

FELULA dijo...

Raul Mora, el mejor profesor!!!!! gracias por las palabras Flor, comparto muchas y otras- por desgracia- no, porque no lo conocí tanto como tú, no fui tan cercana, no logré que me llenara de esa paz y espíritu del que hablas, lo intentaré recibir con una de sus mensajeras, TU, así que sigue contando estas cosas....

TRABAJE EN PAZ....

Ramita Diferente... dijo...

Cada quién conocía un Raúl, su grandeza sólo se pudo conocer en partes, cada quién guarda un recuerdo y distintos sentimientos, eso es todo.
Se agradece la coincidencia en este mundo.
siGRax

P.D: “PROCURA” recordarle más y verás como SI

Leobiwan dijo...

Da gusto conocer al buen Raúl así, como lo dices, por partes.
Gracias por compartir este texto, si no hay inconveniente me gustaría compartirlo con el resto de la familia, a través de una página que estamos alimentando con recuerdos como este (en facebook, estás invitada a verlo en distintas imágenes..)

Un gran saludo,
Leonardo Mora Lomelí
(sobrino)

Ramita Diferente... dijo...

Muchas gracias Leonardo por leerme. Cuando escribí no pensé más que en manifestar de alguna forma mi cúmulo de emociones. Ahora, me alegra mucho saber que mis letras puedan aportar a mostrar, parte, de ese GRAN RAUL que tuvimos la dicha de conocer.

Un abrazo a toda la familia y gracias por compartirnos a un gran hombre.
Flor M. García