miércoles, 5 de agosto de 2009

cArta VI

No somos nada ¿no? entonces por qué mis celos, por qué mi no aprobación de ser una más, porqué exigir mi privilegiado lugar… hay un intrínseco deseo de exclusividad. Me cuestiono si estarás dispuesto a enfrentarlo, a vivirlo. Este es factor fundamental, sola no conseguiré mucho o tal vez sí, pero perdería sentido. Sé que podemos lograrlo, yo quiero hacerlo ¿y tú?

Me alegra que seas paciente, es justo lo que yo no soy, ese puede ser el elemento que sume a mi persona y que consiga el objetivo.

(Fragmento eliminado por la época de publicación)

Encontraste mis cartas, debiste haber sospechado su destinatario, pero al no estar seguro sólo despertó inquietud en ti. Me buscaste insistentemente, acepté tu propuesta pese a mis tareas pendientes, quería estar contigo, por qué cerrarme a ello. Había un sentimiento nuevo en ti, una actitud más natural, más abierta a mostrarte a mí. Quisiste mostrarme tu mundo o por lo menos así lo sentí y lo valoré.

Me regalaste tu lugar de paz, el momento tuvo su magia; encanto que me dio tranquilidad y emoción, lo agradecí ahí. La naturaleza mostró sus colores. Lo contemplamos, pero sin duda los dos intentamos borrar cualquier posibilidad que promoviera nuestros miedos.

Me sentía bien, contigo, sin prisas, sin planes. Se hizo de noche y se nos fue el día entre un lugar y otro… ahora siento el mensaje ¡ese es mi mensaje!. He pasado el tiempo sin decidir “mi vida” por no afectar a otros y el tiempo termina por consumirse para ambas partes.

(Fragmento eliminado por la época de publicación)

Eres inconstante, tus emociones cambian tanto como mis seguridades y miedos. Al otro día te vi y fue ahí que despertaste mis celos, era una más, no me gusta esta posición. No deseo formar parte de una lista, ser un número… por momentos sé que no lo soy, pero en otros temo estarme auto engañando y no querer ver la realidad.

Buscaré mi lugar, por ti y por mí, por no desgastarnos, por no dañar la imagen de amor que corroída se encuentra ya. No es recomendable vaciar los quedos latidos que aún el corazón lucha por dar.

Ha de latir con fuerza y constante o no hemos de fatigarlo.

No hay comentarios: