martes, 11 de agosto de 2009

cArta VIII

Has superado las expectativas. Me sorprendí cuando hiciste surgir estas cartas por evocarme a Bécquer, sin yo saber que te aventurarías a llamar a mi memoria a Shakespeare. De modo que te atreves a hacerte impredecible…

Me doy cuenta que de esas 4 iníciales cartas, pueden llegar a ser 48 sonetos, 48!! son demasiados, te das cuenta de lo que esto implicaría. Aunque he de confesar me atemoriza menos pensar en una extensa cantidad que en la infinita cifra… aunque no tengo manera ni deseo de definir lo que vendrá.

(Fragmento eliminado por la editorial, pro no corresponder con las épocas de publicación )

...sólo me sorprende tu osada azaña de recordarme tan altas letras.

Cómo te atreves a romper mis esquemas, a escribir tus propios caminos, ¿Qué no se suponía, ya todo estaba escrito? No te basta con mi nobleza de permitir recorrer los caminos pasados, con nuevas oportunidades de ser tuyos y no de otros. Cómo logras ampliar mis territorios y mostrarme los grandes espacios que aún alberga mi alma y que jamás habían sido sospechados siquiera.

¿Quién eres? Ya no me atrevo ni a definirte, a otorgarte un lugar en mi; al fin de cuentas eres tú quien rompe esquemas y va más allá de mis ofrecimientos. ¿Cómo has hecho? Qué divina voz te dicta mis refugios inexplorados, quién conduce tus acciones y palabras para mostrarme tan sorpresivamente lo que soy y que ignoraba.

¿No era yo quien tenía que presentarme, ofrecer mis mejores colores para agradarte e invitarte a mí?. Qué parte tan mía tu eres que adelantas tu paso y paciente esperas despertar a esta, la que soy y tanto miedo tengo de encontrarle. Veo un gran camino, me atemoriza recorrerlo y es tan mío, quizás por eso. Hubiera sido tan simple recorrerte, ser tu espejo y mostrar-te a mí. Pero me paralizas, no lo aceptas, ni siquiera te despierta el interés. Sabes a dónde vas y no temes lo que encuentres, será tal vez que lo conoces.

Agradezco este viaje, no es fácil a la niña temerosa emprenderlo, pero no quiere defraudar a quien en ella cree. Será lento, no quiero girar y salir corriendo antes de dar el segundo paso, pero ya estoy andando.

Lo había sugerido en algunos escritos pasados, sabía que grande era quien te hacía volver dentro de ti. Recuerdo haber enunciado la presencia del amor en quien tales acciones despertaba. Pero no era yo protagonista, sólo dejaba fluir la pluma hacia un sueño de un amor. Que SEGURO era soñar y pintar de perfección, al fin de cuentas no podía atemorizarme, era sólo eso, un deseo ilusorio de algo inencontrable… Y ahora qué quieres qué te diga, has dejado mi escritura sin palabras.

He perdido toda predicción de lo que viene, cómo poder conducir algo que has hecho surgir de lugares desconocidos para mí. Por qué no te mueves en el plano de la razón, ese que tan dominado creía tener. No te entiendo, no tengo definiciones y mira que muchas he memorizado.

¿Qué es aquello que no se define? Tengo algunas nociones de su contestación, misma que he dejado de lado por no tener que enfrentarme a Él, sin respuesta, sin control, sin falsedad. No he de negar, o más bien he de repetir, mi miedo, mi desconocida reacción, mi ignorancia del proseguir, no tengo ni siquiera forma de terminar esta carta… si yo pudiera transcribir esta ¡¿emoción?! No sé ni cómo llamar a todo lo que ahora envuelve mi cuerpo, mi mente, mi alma, mi corazón…has sentido conectarse todo, tus sentidos, tus emociones, tu cuerpo, el mundo ¡¿lo has sentido?!

Si esto que en mi sucede es repetidamente surgido en otros, creo estoy en la antesala de algo magno, que al no conseguir ni los grandes eruditos enunciarlo en letras, llega a mi por la experiencia.

He leído a Bécquer, Shakespeare… incontables autores y resulta que mi admiración se ha hecho nada, tú has resultado el mejor. Cómo llamar a quien no necesitó escribir para emocionar mi alma, mi ser, ese extraño espacio que no logro ubicar pero que hace inundar todo mi cuerpo. ¡¿quién eres?! Terminaré aquí, así abruptamente… no puedo escribir lo que siento.



¡SIENTO!

No hay comentarios: