lunes, 24 de agosto de 2009

cArta XI

(Texto suprimido por la época de publicación)


Hay duda en ti… no quería provocarla, pero la fomenté. Lo sé y me arrepiento. No es ese el mensaje que intentaba trasmitirte, de verdad no habría nada que temer, fueron mis incongruentes reacciones las que alimentaron toda confusión.

El mensaje era claro y simple. Como siempre, lo hice confuso y complicado. Pero me alegro, en el fondo es bueno visualizar el final de lo que deseamos para luchar por ello y quitar toda viciosa actitud que oculta la realidad.

Con sorpresa reconozco que no es miedo lo que habita en mí, cómodamente le nombro de esa manera para no responsabilizarme y actuar, pero no lo hay. Me reconozco capaz de enmendar mis reacciones incongruentes, sé que no ha terminado y acepto enfrentar lo que aún falta por SER.

Frenaré por un lapso mis cartas, tengo que ir y ser, dejar de plasmar mis sentimientos en papel para mostrarlos al mundo, a ti, a mí, a lo que fuimos, somos o seremos… iré.

Espero no tardar demasiado, aunque si lo hago, tampoco importa, hay tiempo.

Postescriptum:

Intenté escribir ayer, no pude, no sabía que decir ante la expectante espera.
Soy la más interesada en leer tus cartas ¿qué vendrá? ¿Qué falta por surgir en mí? ¿Me gustará el final? ¿Lo tendrán?

No tengo respuestas a nada, releo cada palabra antes escrita y me sorprenden los cambiantes momentos; las dudas, las seguridades, los temores, los desalientos, las emociones, el cansancio y mis deseos de seguir…

Te confesaré que me sorprendió reconocer confusión en ti, te percibía tan claro, tan resuelto en tus estrategias, en tus acciones… Me rio un tanto de mí, por creer que podrías pasar desapercibido todo, creer que la lucha es de una de las partes, cuando esta incluye a dos, no era congruente, lo sé.

No quiero afectarte, descubro tan claro mis contradictorios mensajes que me preocupa provocar tus dudas. Preferiría un claro silencio. ¿Cómo explicar el mensaje real? Por ahora no sé cómo hacerlo y temo que se quede así, hasta lo que mis reacciones y palabras mostraron. Alguna vez le preguntaron a Beethoven qué quería trasmitir con su música, el sólo respondió “si pudiera comunicarlo en palabras, no haría música” …no sabes como desearía poder hacer música.

Toda nueva historia implica una rendición y nos negamos humanamente a hacerlo. Creo que de ahí los internos conflictos. Pero también descubro que no es verdad, no estoy temiendo el encuentro. Visualizar el posible fin de esta historia me hace reaccionar y ver la realidad, mi realidad, lo que quiero, lo que sucede en mí y las falsas visiones que me empeño por encontrar para no reconocerte distinto a todo.


Quiero seguir, no son reales mis temores. Que cómoda postura decir “tengo miedo” o “no puedo”. “Aquello que no pueden es porque no lo quieren tanto como para poderlo” dice sabiamente uno de los santos que más humanamente viviera y que por ende alimenta mi esperanza.

Tal vez deba detener mis cartas, no han logrado trasmitir más allá de las palabras… No seré yo quien obstruya esto, lo dije tantas veces en mis cartas y triste descubro que si lo he hecho.

Sólo hazme un favor, no facilites mi huir, no lances preguntas etéreas a mi malsana retórica. De ser así, ¡Elijamos el silencio!

No hay comentarios: