viernes, 3 de abril de 2009

Infinita soledad del viernes...Amor inmaduro

No sé cuántos viernes ha habido esta semana… pero soledades muchas.

“La inmadurez en el amor” será el tema de la quinta soledad de mis viernes. Resultó imposible pasarlo por alto después de haber leídos dos libros de Eva Pierrakos “Del miedo al amor” y “No temas el mal”.

Dos obras que invitan a la interiorización y la detección de ciertos temores, demonios, escudos, barreras… que nos ponemos para no enfrentar los seres adultos, responsables y felices que somos o debemos ser y que afectan todo en nuestra vida.

De ahí muchas inseguridades, miedos a: la muerte- la felicidad-al bien, egocentrismo…soledades.

Los libros me resultaron muy interesantes, pero me tardé un mes en leer cada uno. No por su espesor, sino porque casi cada frase me hacía detenerme y reconocerme culpable de cometer tal falta. Otras veces dejaba el libro porque no encontraba manera de defenderme y salía huyendo por la puerta fácil; dejar de leer.

Si pretendo escribir sobre los afectos, dará para mil tomos al respecto, así que abordaré sólo el tema AMOR INMADURO, aunque ese encierra mil problemas emocionales y funcionales, más allá de lo que imaginamos.

Hoy por hoy, he lo grado ser consciente de muchos problemas y afecciones en mi sistema afectivo.

También puedo decir, que he logrado reconocer mi emociones, saber cuando estoy huyendo y no auto engañarme con mis razonables justificaciones. Pero aún no logro dejar de hacer estas cuestiones, eso implica un largo y difícil proceso que espero lograr pronto. Por ahora, sólo me doy de topes y digo “saliste de nuevo por la puerta fácil” “te asustaste y preferiste lastimar” sólo logro reconocer lo que hago, desearía lograr NO HACERLO, pero sigo intentando.

Tengo los dos libros sobre mi mesa, tengo mil frases que intentaba incluir en esta soledad del viernes, pero no puedo. El tema escapa de mí y no logro materializar todo lo que provoca cada una de ellas, sólo lo siento. Lo incluyo poco a poco a mi vida, pero aún no puedo escribir sobre esto.

Es curioso, porque si fuera una tarea lo haría y escribiría mis largas conclusiones con cada cita. Cada problemática estaría teóricamente resuelta. Pero me gusta saber que no es una tarea, que no estoy en la escuela, que lo que se escribe cada semana en mi vida, es sólo eso “VIDA” complicada y apasionante, como sólo lo real logra serlo.

Lo que está pasando ahora que intento hacer mi ensayo sobre los dos ejes centrales de estos libros_ “el ser inferior y el ser superior que habita en nosotros irremediablemente” la lucha del bien y el mal que siempre tendremos y “el miedo al amor, provocado por un amor infantil” el encuentro con el niño interior y la sanación de los problemas del pasado que habitan en nuestro presente_ es lo mismo que pasé cada que leía un capítulo.

Mi mente se cierra, lucho por vencer mis estructuras de toda la vida y lo más que logro es reconocerlo, pero falta ese paso a la acción, que mi vida reclama, pero que no sé cómo darle play y entonces me quedo sin poder seguir argumentando.

Me disculpo por no escribir lo que prometí, les invito a leer estos dos libros.

No son seriados, pero conviene leer los dos. Primero Del miedo al amor y después No temas el mal, de Eva Pierrakos, de venta sólo en Gandhi. De alguna manera creo que no son libros para hablar de ellos, sino para leerlos y captar cada lector lo que a su vida le diga. Pues bien, esta semana como lo dije a un principio hubo muchas soledades y cuando eso pasa; mi cabeza da muchas vueltas y cuando mi cabeza da muchas vueltas, se complica y no logra decir nada.

Tomemos esto como una mera recomendación literaria, con miras de interiorización y antes que me relamen no encontrar grandes elementos gramaticales en su redacción, porque les aseguro que no los tiene, les adelanto que el material a analizar en su contenido son ustedes, UNA GRAN OBRA sin duda.

Podría compartirles algunas frases, pero no quiero condicionar su interpretación ni que se vayan a sentir aludidos, como en su momento me sentí al leerlo: un poco molesta pensaba, si el autor me conoce ¡que me lo diga de frente! jaja.

No sé cuantas soledades me faltan para poder argumentar este tema, pero confío en que no serán muchas, aunque si es largo el camino aún; lo caminaré con gusto.

Mira mis manos, no lograron escribir cosas en la infinita soledad del viernes 3 de abril de 2009, cumpleaños de la hermana menor, por cierto!!!

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